Una guía para visitar Lima en Metropolitano

METROPOLITANO: qué es y cómo fuciona.

El Metropolitano es un servicio de autobús que recorre la ciudad de norte a sur. La ventaja es que circula por vía segregada, es barato y las paradas están en estaciones cerradas, por lo que es rápido y seguro. Por otro lado, la línea troncal, que es la que nos interesa, tiene paradas a poca distancia de la mayoría de los puntos turísticos de interés.

El funcionamiento es muy sencillo. Al entrar en una de las estaciones se compra la tarjeta recargable con los viajes que nos interese en taquilla o en una de las máquinas. Después se pasa por los tornos de acceso a la estación y se espera a que llegue nuestro bus. Como solo hay una línea basta con saber si tenemos que ir dirección norte o dirección sur. Al entrar en el bus se pasa la tarjeta por un lector y se descuenta automáticamente el importe del saldo.

Para la ruta que proponemos es suficiente con 3 viajes. Partiendo de Miraflores, donde tenemos el alojamiento, visitamos primero el centro de Lima dirección norte. Después de almorzar, cogemos dirección sur hasta Barranco y finalmente volvemos al norte de nuevo hasta Miraflores. En el mapa a continuación vemos marcadas en círculo las paradas que nos interesan, con el nombre del punto turístico más cercano:

MIRAFLORES: MALECÓN Y LARCOMAR

Si solo tenemos un día para dedicarle a Lima, lo mejor es empezar por el malecón de Miraflores lo más temprano posible. Si por el contrario tenemos día y medio, porque nuestro vuelo salga quizás por la tarde, sería buena idea dejarlo para el segundo día por la mañana y el primer día partir pronto al centro de Lima.

El malecón es una sucesión de parques y paseos que discurren sobre los acantilados del circuito de playas de Lima, y a pesar del cielo encapotado y plomizo característico de esta época del año, con fantásticas vistas del océano Pacífico. Se puede recorrer caminando o alquilando una bici por horas. Nosotros hacemos el camino desde el Faro de Miraflores, justo al principio del Parque de Antonio Raimondi, hasta el centro comercial de Larcomar, aproximadamente 1.5 km. Si se dispone de menos tiempo, se puede acortar el trayecto empezando en el Parque del Amor, una fotogénica (y algo cursi) plazoleta con mensajes de amor en las muros que recuerdan levemente al parque Güel de Barcelona.

Terminamos en Larcomar, el centro comercial más exclusivo de Lima, que destaca sobre todo por su cuidado diseño y localización, suspendido en una plataforma en el acantilado. Los precios son caros para Perú, pero comparados con Europa resultan bastante asequibles.

CENTRO HISTÓRICO

Tomamos el Metropolitano en la estación 28 de Julio y nos bajamos en Jirón de la Unión. Estamos de suerte: hoy está jugando Perú un partido del Mundial de fútbol contra Dinamarca y vamos en el bus prácticamente solos. Desde la estación caminamos unos pocos metros hasta la calle comercial de Jirón de la Unión y seguimos hasta la bonita Plaza de Armas de Lima, punto neurálgico elegido por Pizarro en el siglo XVI para fundar la Ciudad de los Reyes. La plaza está rodeada de edificios singulares como la Catedral o el Palacio de Gobierno, aunque no podemos verlos con claridad: en la plaza han colocado unas pantallas gigantes para ver el partido y se encuentra abarrotada de gente animando a la selección, Entramos en una sanguchería cercana y observamos el ambiente festivo de la plaza. De repente, suena un lamento conjunto de miles de voces: el partido ha terminado con derrota de Perú.

De camino a la Basílica de San Francisco por Jirón Carabaya pasamos por el Palacio de Gobierno hasta la antigua Estación Desamparados, actual sede de La Casa de la Literatura Peruana. Entramos también en uno de los muchos Museos del Chocolate que están repartidos por todo Perú y probamos las semillas tostadas de cacao puro. En el interior de la Basílica, además del museo, biblioteca y catacumbas,se encuentra el famoso cuadro de La última cena, versión peruana con rocoto y cuy al horno.

Giramos a la derecha por Jirón Lampa, la trasera de la Catedral, y llegamos hasta la calle peatonal de Jirón Ucayali. Ésta es una de las arterias comerciales más importantes del centro. Comemos un helado de queso arequipeño y caminamos por entre ente elegantes palacios y casonas señoriales, algunos reconvertidos en museos o salas de exposiciones que se puede visitar de forma gratuita. Recomiendo no perder la oportunidad y entrar al menos en alguno de los preciosos patios coloniales, como el de la Torre Tagle o el Centro Cultural Inca Garcilaso.

Finalmente llegamos de nuevo a Jirón de la Unión y seguimos calle abajo, esta vez hasta la Plaza San Martín, construida en el siglo XX en honor del libertador del Perú. A poca distancia de la plaza entramos en la estación Colmena y emprendemos el viaje hasta el siguiente destino.

DISTRITO DE BARRANCO

Barranco es el barrio bohemio de Lima, el barrio de los artistas callejeros, de los estudiantes, de los graffitis, de los bares y restaurantes de moda. Es un barrio que ha vivido un auge del turismo en los últimos años y ya es la segunda zona con mayor oferta de alojamiento por detrás de Miraflores.

Nos paramos en la estación Bulevar y caminamos por una calle peatonal hasta dar con la Plaza de Armas de Barranco. Desde allí, a poca distancia bajando unas escaleras, llegamos al punto más colorido y turístico del barrio: el Puente de los Suspiros. La calle que cruza el puente es la Bajada de Baños, calle peatonal franqueada por bares y restaurantes que termina en un mirador sobre un acantilado y, algo más allá, las playas de Barranco. Nosotros no pasamos del mirador y nos entretenemos curioseando en la multitud de puestos de artistas callejeros y vagando por las pequeñas callejuelas adyacentes llenas de grafittis.

De vuelta al Puente de los Suspiros cruzamos hasta el otro lado donde hay una pequeña iglesia y una placita. Es curioso este lugar: la fachada es colorida y parece renovada recientemente, pero la nave está en estado casi ruinoso y en el tejado anidan unos cuervos negros del tamaño de buitres. Siguiendo en la dirección opuesta a la iglesia, por la calle Ermita hasta un túnel vemos los mejores graffitis de la zona y varias curiosas esculturas en el parque Federico Villarreal. Quizás la mejor imagen de Barranco sea la continua muestra de arte urbano que parece que surge en cada rincón.

MIRAFLORES: PARQUE KENNEDY

Desde Barranco tomamos por última vez el Metropolitano y nos paramos en la estación Ricardo Palma. Nuestro hotel está de camino al Parque Kennedy, por lo que entramos a descansar y darnos una ducha rápida para salir de noche a dar una vuelta y tomar algo por la zona. Alojarse cerca del parque es una opción muy recomendable: está bien comunicado con el aeropuerto, es probablemente la zona más segura de Lima tanto de día como de noche y hay muy buen ambiente nocturno. De hecho, si nos pasamos por el parque de día seguramente nos parecerá un lugar normal sin demasiado encanto. De noche, sin embargo, el ambiente es muy distinto. El parque es un punto de encuentro de familias y parejas: hay un mercadillo, puestos de comida y hasta un anfiteatro donde la gente sale a bailar.

Alrededor del parque hay muchos restaurantes y bares, como la calle de las Pizzas o la trasera de la Municipalidad de Miraflores. Personalmente no me convence ninguno de estos sitios con captadores en la calle, de precios inflados y orientados a un público muy concreto. Decidimos, después de dar varias vueltas, entrar en un Wong, una de las pocas cadenas de supermercados peruanas que se encuentran con cierta frecuencia y un buen lugar para comprar comidas típicas para traer de recuerdo. Mis favoritos: los dulces y variados a base de lúcuma, mi fruta favorita de Perú.